Este es un ejercicio que ayuda a identificar y a tomar conciencia de los pensamientos. Es un ejercicio recomendable cuando solemos ir en piloto automático y no sabemos cómo ser más conscientes de cómo nos hablamos a nosotras mismas

Cuando tenemos identificados los pensamientos intrusivos (puedes descargar el PASO 1), es importante poderlos poner en duda. Este ejercicio nos ayuda a detectarlos y así poder decidir qué hacer con ellos

Este ejercicio facilita el proceso de identificar las emociones más relevantes con las que has conectado durante el día. Es un ejercicio interesante para poder poner en una balanza honesta y realista qué tal ha sido nuestro día y detectar tanto momentos agradables como desagradables

Cuando hemos tomado conciencia de las emociones vividas (PASO 1), es recomendable poder identificar de qué manera reacciona nuestro cuerpo. Aprender a identificar nuestras reacciones físicas según las distintas emociones nos ayudará a poner nombre y detectar qué nos está pasando en el momento del malestar. Esto puede evitar bloqueos, sentimientos de culpabilidad y frustración por no comprender qué nos está pasando.

Esta técnica puede ayudarnos a gestionar la ira/rabia en momentos de alta tensión, para poder observarla y decidir qué hacer frente a esta situación que nos parece tan injusta.

También la podemos practicar para bajar revoluciones.

Esta técnica nos puede ayudar en momentos que necesitemos calmar la ansiedad y transportar nuestra mente al presente y conectar con nuestra tranquilidad del momento.

Esta técnica nos puede ayudar a encontrar un poco de calma y a conectar con nosotras mismas.

Al principio, puedes practicar con un espejo y cuando la tengas más a mano, pasar a la imaginación. 

Esta técnica ayuda a desarrollar la concentración y la atención plena mientras comemos.

Poner el foco en las texturas, olores, sabores, colores y sensaciones que nos evocan los alimentos que comemos, nos ayuda a mejorar la relación con la comida, haciéndola más satisfactoria y agradable. También, contribuye al manejo de la ansiedad y del estrés.

Se puede hacer con otros alimentos como: arándanos, frambuesas, un trozo de fresa, un dátil pequeño…

Esta técnica permite identificar emociones, aprender a gestionarlas y a mejorar la comunicación con el entorno. Vamos a ver de qué trata.

La nutrición intuitiva se centra en confiar en las señales del cuerpo de hambre y satisfacción para decidir qué, cuándo y cuánto comer. Se basa en 10 principios y recomendaciones que ayudan a entender nuestro cuerpo y evitar los atracones